The Miracle of Marcelino (1955)

1. Es mi pueblo y lo quiero.

2. Sus casas y sus gentes son sencillas.

3. Las quiero en sus alegrías y en sus dolores.

4. Hoy están contentos con su romería.

5. Todos suben para festejar

6. algo quizás perdido en el recuerdo de algunos,

7. pero que sigue sonando en el corazón de muchos.

8. Suben todos menos un fraile que baja del convento al pueblo.

9. - Venimos a verlos a ustedes.

10. Yo, a tu pueblo. - En el pueblo no hay nadie.

11. - Bendígalo, padre, tiene solo 15 días.

12. - ¿Usted aquí, padre?

13. ¿Cómo está la niña? - Igual.

14. ¡Es el padre!

15. - ¿También hoy, padre, con la fiesta arriba?

16. Mi fiesta está aquí. Quiero ver a la niña.

17. - Pase usted, padre, pase.

18. Me parece que estás mejor hoy. - Se han ido todos.

19. Sí, porque es la fiesta de... Veamos.

20. ¿Sabes de quien es la fiesta? Sí, la fiesta de Marcelino.

21. No, no te vayas, Nicolás. ¿Y qué sabes tú de Marcelino?

22. ¿Lo sabes tú? - Lo he olvidado, padre.

23. Para fiestas estamos.

24. - ¿Cree usted que es necesario hoy mismo?

25. Quizás sí. - ¿Es un cuento?

26. Sí, es un cuento para la niña y un cuento para sus padres.

27. Vamos, tú lo conocerás, tú has nacido en el pueblo.

28. Tu padre te lo habrá contado. - Y mi abuelo, pero lo he olvidado.

29. Pues escucha.

30. ¿No sabes que esta tierra, este pueblo en que has nacido,

31. esta casa en la que vives,

32. estuvieron un día en poder de las tropas francesas?

33. Pues allá arriba, donde ahora están todos, donde está el convento,

34. se refugiaban los últimos enemigos, ya de retirada y vencidos.

35. Pero haciendo daño.

36. A su paso quemaban las casas y las cosechas.

37. Pero los españoles se levantaron contra ellos para defendernos.

38. Habíamos vencido, pero sobre nuestras propias ruinas.

39. Todos lo preferíamos aun así.

40. Las cosechas volvieron a nacer,

41. los árboles quemados y secos curaron de sus heridas,

42. las casas derribadas se levantaron de nuevo,

43. todo empezó a revivir.

44. Quedó una sola ruina,

45. la de aquella gran casona de los antiguos señores

46. casi perdida en el campo.

47. ¿Cómo quedaba solo aquella ruina

48. mientras todo estaba siendo reconstruido?

49. Quizás porque el lugar pasó a ser propiedad del ayuntamiento.

50. Unos años después,

51. tres frailes franciscanos llegaron al concejo de este pueblo

52. para pedir un permiso al señor alcalde.

53. - Ahora solo somos tres, pero con el permiso de usted

54. para levantar allí una casa, llegaríamos a ser más.

55. Si ustedes creen que nuestra obra,

56. puede ser de utilidad para la comarca.

57. - ¿Con qué recursos cuentan ustedes?

58. - Con la ayuda de Dios y nuestro trabajo.

59. - Ya tienen el permiso.

60. Creo que serán ustedes muy útiles.

61. - Habrá que reunir al concejo.

62. - Aquí mando yo. En esas ruinas perdí a mi padre

63. y luché nueve horas para echar al invasor.

64. Aunque es concejal mío, es severo, padres,

65. Solo sabe tratar caballos. (RÍE)

66. Él los acompañará a mi casa.

67. Ahí les darán a ustedes algunas herramientas y algo de comer.

68. Dentro de unos días, subiré por allá para echar una ojeada.

69. - Dios se lo pague.

70. - Ahora mandamos en España los españoles.

71. Y buena falta nos hace que vengan a ayudarnos a ser mejores.

72. ¡Hala!

73. - Otra vez.

74. - ¿Qué les da tanta risa?

75. - ¿Quieren algo sí o no? - Ayudar.

76. - Mira, nos ganan aquellos.

77. - ¿Qué ocurre? - Nada, me cag... Vamos.

78. - Buen trabajo.

79. - La obra era dura, pero con el esfuerzo común...

80. - El esfuerzo común. - Con el esfuerzo común.

81. Y pasaron los años.

82. Ya no eran tan pocos los frailes, eran 12.

83. El trabajo y el amor que ponían en todo

84. hicieron que al cabo del tiempo su convento

85. pareciese no solamente sólido, sino también bello.

86. Una mañana, una mañana corriente como la de todos los días,

87. el hermano portero tuvo una gran sorpresa.

88. - Un niño, es un niño.

89. Nos han dejado un niño junto a la puerta,

90. un niño recién nacido, un niño muy guapo.

91. Vengan, miren.

92. Lo encontré fuera, lo cogí y empezó a llorar.

93. - ¿Qué pasa? Bendito sea el Señor.

94. - ¿Quién nos lo habrá dejado?

95. - ¿Dice usted, hermano, que lloró al levantarlo del suelo? ¿Por qué?

96. - No lo sé. - ¿Qué podemos nosotros hacer con él?

97. - Me gusta mucho.

98. Tendrá hambre. - ¿Qué podríamos darle?

99. - Por lo pronto, agua.

100. ¿Nos podríamos quedar con él, padre?

101. - Aquí está el agua.

102. Oh...

103. - Qué hambre tiene.

104. No nos encariñemos tan aprisa de esta criatura.

105. Nosotros nada o casi nada podríamos hacer por él.

106. - Algo sí que podemos.

107. Con el permiso de su paternidad,

108. podríamos hacerlo cristiano por lo menos.

109. Vamos.

110. - ¿Qué nombre le daremos? - ¿Le parece

111. que le demos el nombre del santo del día?

112. Muy bien. - Es san Marcelino.

113. ¿Quién lo apadrina, fray Francisco?

114. Marcelino, "ego te baptizo in nomine Patris

115. et Filii et Spiritus Sancti".

116. Escuchen, hermanos,

117. el sol está muy alto y vamos retrasados.

118. Es preciso que los que se dirigen a los diferentes pueblos

119. traten discretamente de informarse.

120. Primero, de si falta algún niño recién nacido de su casa,

121. de si hay alarma por tal motivo en algún pueblo.

122. Segundo, si existe alguna madre avergonzada y desgraciada

123. a quien los frailes pudieran ayudar y devolver el niño.

124. A su regreso me dirán.

125. - ¿Dónde están las cucharas? - En la cocina.

126. - ¿Están aquí las cucharas? - En el comedor.

127. - En alguna parte tienen que estar las cucharas.

128. ¿Dónde se ha metido fray Tomás?

129. - Duerme, - Toda la noche...

130. Bien, nos arreglaremos nosotros.

131. ¿Qué falta? - Las cucharas.

132. - Aquí están las cucharas.

133. - Ha sido sin querer, padre.

134. - No cesa de llorar, está enfermo.

135. - ¿Por qué va estar enfermo? - Porque llora.

136. Un niño llora porque le duele algo. Le duele algo porque está enfermo.

137. Está enfermo y llora. ¿Está llorando? Ergo, está enfermo.

138. - ¡Hermano!

139. Buenas tardes, hermano.

140. Me dijo mi mujer: "Ya que pasas por allí,

141. lleva esto a los frailes para su chico".

142. - Gracias, para nuestro chico.

143. Dios se lo pague, y a usted. - Adiós, hermano.

144. - No apriete mucho. - El niño lo encontré yo.

145. - Por fin sonríe.

146. pero si me paro un instante, ya verán.

147. - Creo, padre, que mientras procuremos indagar con discreción,

148. como su paternidad nos indicó, no vamos a encontrar nada.

149. Lo único que puedo decirle es

150. que no falta ningún niño en los pueblos en que estuve.

151. ¿Noticias? - Pues sí.

152. ¿Quieren dejarnos solos, hermanos?

153. - Bueno, el niño está aún aquí, todavía no se lo ha llevado nadie.

154. Hermanos.

155. Los padres de Marcelino no existen.

156. Estarán probablemente en el cielo.

157. - Me alegro de que estén en el cielo, es lo que digo.

158. Pronto hará dos meses que esta criatura vive con nosotros.

159. Hermanos, nosotros tenemos un trabajo

160. muy diferente al de criar niños.

161. Doce frailes pendientes de un niño.

162. Nuestras obligaciones son tantas... - No las descuidaremos, padre.

163. Nuestros recreos...

164. Ni siquiera favoreceríamos al niño si nos lo quedáramos.

165. Necesita una madre.

166. Es preciso encontrarle una familia.

167. Una buena familia, honrada, cristiana, trabajadora.

168. - Una familia que preferiblemente tenga ya niños.

169. - ¡Padre! - Que Dios lo ampare.

170. - No vengo a pediros hoy, hoy vengo daros.

171. - Usted dirá, padre.

172. - Sabéis que tenemos un niño que hemos criado durante dos meses.

173. Hemos buscado a sus padres que han muerto.

174. Tú, Roque, eres un hombre honrado y tu mujer, muy cristiana,

175. y tus hijos, muy buenos muchachos.

176. - Lo siento, padre, no siga.

177. - Con vosotros nuestro niño tendría una familia

178. y tú agradarías al Señor haciendo esta gran obra de caridad.

179. - El pan es poco

180. y las bocas, muchas.

181. Ave María purísima. Sin pecado concebida.

182. - ¿Comerá con nosotros, hermano?

183. - No, gracias, solo venía haceros una pregunta.

184. - Diga, hermano. - ¿Os gustaría tener un niño?

185. Vosotros no tenéis que hacer nada, el niño ya está hecho.

186. Sí, es el niño que tenemos en el convento,

187. el más llorón del mundo.

188. No nos deja dormir desde que está arriba.

189. Cómo come, casi ni comemos nosotros.

190. Lo peor es cómo llora, nunca calla,

191. solo cuando come, siempre que no llora.

192. - Dios te ayudará más aún.

193. - Yo me arreglo solo.

194. - Blasfemas.

195. - Déjese de monsergas, hermano. Me quedo con el chico y ya está.

196. ¡Imbécil!

197. Me sobra para dar de comer a un chico más.

198. ¿Se ha quedado mudo o qué?

199. Vamos, hermano, ¿es que se ha vuelto tonto?

200. - No te doy el niño.

201. - ¡Eh, fraile del diablo!

202. ¿Qué quiere entonces?

203. - No soy fraile del diablo, soy fraile de Dios.

204. Y tú eres un hombre injusto. No te doy el niño.

205. Vaya por Dios.

206. ¿Y usted, hermano?

207. - Yo me sé esto,

208. Nada, que subía... bueno, al monte,

209. y hablé con el pastor.

210. Vamos, no estaba, pero le di una voz y, claro, pues no.

211. Nada, que no, que no podía.

212. ¿Se refiere usted a ese, el pastor que vive solo

213. y tiene 80 años? - Sí, ese, ese mismo.

214. Ya.

215. No hemos tenido suerte hasta ahora, es cierto.

216. Pero desde este momento,

217. hay un fraile más dedicado a buscar un casa a Marcelino.

218. Yo.

219. - Pase, padre.

220. Para ustedes estoy siempre sano y contento.

221. Don Emilio, ¿y trabajando?

222. - Me alegro de que haya usted venido, siéntese.

223. Estaba concluyendo un documento

224. que les interesa a ustedes, padre.

225. Antes de marcharme,

226. me gustaría formalizar algo.

227. He decidido que este municipio

228. les regale a ustedes el terreno

229. y la edificación que habitan.

230. Eso, don Emilio, sería tanto como hacernos abandonar la casa.

231. Nosotros nada propio podemos tener y solo vivimos de limosna.

232. - No sabía que fuera tan estrecha la regla.

233. Se lo agradecemos lo mismo

234. y nunca lo olvidamos en nuestras oraciones.

235. - Buena falta me hace.

236. Bien, ¿qué de nuevo lo trae usted por aquí?

237. ¡Rosa!

238. Cuente, padre, cuente.

239. El asunto de Marcelino...

240. Queremos darle una familia.

241. - Lástima, yo ya no valgo, me queda poco tiempo,

242. pero déjeme pensar.

243. ¡Rosa!

244. Oye, Rosa, ¿cuántos chicos tiene Vargas, el Molinero?

245. - Seis, señor.

246. - ¡Buenos días, padre! ¿Qué se le ofrece?

247. No, nada, nada, gracias, buenos días.

248. - Háblele usted, hermano. - ¿Yo?

249. - ¿Y su paternidad? ¿Ha conseguido algo?

250. Casa,

251. una familia buenísima,

252. con seis hijos sanos y hermosos.

253. Pero...

254. Es el lugar lo que no reúne condiciones,

255. dificultades hidrográficas.

256. Marcelino se queda en casa.

257. Cada fraile será su padre y su madre.

258. No buscaremos más ni lo entregaremos a nadie,

259. mientras el padre provincial no disponga otra cosa.

260. - Y será fraile como nosotros. - Le enseñaré música.

261. - Yo, a trabajar la huerta. - Yo, a leer.

262. Yo, a guisar.

263. Hermanos, hermanos, y a rezar ¿quién?

264. - Si no quiere ninguno, yo.

265. - ¿Nos da su permiso?

266. ¿Duerme, padre? - Lo he oído todo.

267. También yo estoy contento, hijo.

268. ¿Puede venir, padre? Necesito confesar.

269. - ¡Hermanos!

270. ¡Hermanos, por favor!

271. - ¿Qué, que ocurre? - Don Emilio se muere.

272. Quiere que bajen, padre. - Yo iré.

273. Avisaré al superior. - Muy bien.

274. Unos mueren y otros nacen.

275. Del que muere, siempre se sabe si fue un hombre bueno.

276. Mientras del que nace,

277. ¿qué podemos saber?

278. - Me alegra que el nuevo alcalde sea un hombre justo.

279. - Seguro, podéis estar tranquilos, lo mismo cumpliré todos mis deberes,

280. qué sabré hacer respetar los derechos del alcalde.

281. - Muy bien.

282. - Alfonsa, saca vino, que vamos a celebrarlo.

283. - Prepara mi traje nuevo.

284. Voy hacer una visita.

285. Tú dirás. - Vengo a que me expliquen

286. por qué me ofendió uno de los frailes

287. y a que me den el chico.

288. - Porque dije que podía criarlo y tenerlo en casa.

289. Y me lo negaron.

290. Soy tan honrado como el que más. Y a mí no me niega nadie nada.

291. Además ahora soy alcalde.

292. Me gustaría saber...

293. - Si se atreverían a negármelo otra vez.

294. Tú lo has dicho.

295. - Entonces, ¿me lo niegan?

296. Sí. - ¿Por qué?

297. ¿Soy un ladrón, un asesino, un malvado?

298. No eres nada de eso, pero sí eres injusto y orgulloso.

299. - Quiero al chico.

300. No quieres más que satisfacer tu orgullo.

301. No quieres al chico ni te preocupas por él.

302. Ni siquiera te gusta. Solo quieres tener razón.

303. Salir vencedor.

304. No tendrás al chico.

305. - Está bien.

306. Se quedarán ustedes con el chico,

307. pero aquí... ¡aquí no!

308. Ya lo saben, pueden hacer lo que quieran con él,

309. porque ni él ni ustedes se quedaran aquí.

310. Palabra de alcalde.

311. A firmar.

312. Don Emilio dio permiso a los frailes sin acuerdo del ayuntamiento.

313. Yo no hago eso, firmad ahí.

314. - Pues... Don Emilio, sin firmas ni permisos, hizo una obra buena.

315. Y tú, para hacer una mala, nos pides la firma.

316. Yo no firmo.

317. - No se hable más del asunto.

318. ¿Qué cambia un árbol grande en cinco años?

319. ¿Qué puede cambiar en ese tiempo una gruesa pared de piedra?

320. Nada, ¿verdad?

321. Pero qué cambio de un niño recién nacido

322. cuando lo vemos cinco años después.

323. A esa edad Marcelino era ya un chico robusto y avispado.

324. Había puesto nombre a cada uno de los frailes.

325. Ya no se llamaban ni siquiera entre sí fray Tomás, fray José

326. o fray Francisco, sino como el niño decía.

327. Fray Malo, fray Puerta, fray Papilla o fray Talán,

328. según lo que a cada uno lo veía hacer.

329. Muchas veces fue la alegría del convento,

330. otras también el pesar, porque, aunque era bueno como el pan,

331. no siempre sus acciones lo eran.

332. Y sus trastadas en la cocina, el comedor,

333. la huerta o en la capilla,

334. dieron muchos quebraderos de cabeza a los frailes.

335. Pero todos disimulaban sus pequeñas travesuras.

336. ¿Cómo vivía?

337. ¿Qué hacía entre aquellos doce frailes el niño Marcelino?

338. Verás, te voy a contar un día cualquiera de su vida.

339. Es como un cantar.

340. Padre nuestro... Padre nuestro...

341. Que estás en los cielos... Que estás en los cielos...

342. Santificado... Santificado...

343. - ¿Que no desayunáis? - Sí, hermano, gracias.

344. - Ahora vamos.

345. ¿Está rota? - Sí, pero la arreglamos enseguida.

346. - Hola.

347. - ¿Vives aquí?

348. Vine cuando tenía solo una semana, llamé a la puerta y...

349. - ¿Y qué?

350. y todo lo demás.

351. - ¿No tienes padres?

352. - ¿Doce? ¿Y madre?

353. Madre no tengo ninguna.

354. ¿Tú eres madre? - Sí, tengo dos niños.

355. El mayor es como tú. ¡Manuel!

356. ¡Manuel!

357. ¡Manuel!

358. ¡Marcelino! Ya voy.

359. Es fray Papilla, ¿sabes? Adiós.

360. Eres muy guapa.

361. - ¡Manuel!

362. Pero ¿no has oído el pito de fray Malo?

363. ¿Qué te pasa? Vamos, siéntate.

364. Hoy vamos a aprender una letra muy fácil,

365. la más fácil de todas que a ti te gustará poner.

366. Se llama o

367. y es redonda como la rueda de un carro.

368. Mira.

369. - ¿Dónde?

370. - ¿Te ha gustado?

371. - ¡Manuel, Manuel! - ¡Ya voy, madre!

372. - ¿Quién es?

373. - ¿Y quién es Manuel?

374. - ¿Cómo es?

375. - ¿No lo has visto?

376. ¿Por qué la luna es gorda y luego flaca?

377. Porque...

378. Bueno, porque...

379. La luna siempre es la misma, Marcelino.

380. Lo que cambia es la parte que... Bueno, mira...

381. El sol ilumina siempre...

382. En fin, eres muy pequeño y no puedes comprenderlo bien,

383. pero es como yo te lo digo,

384. se ve solo la parte que alumbra el sol.

385. ¿Todos hemos tenido una madre? Claro que todos.

386. Tú, yo. ¿Y también el padre superior?

387. También el padre superior. Todos, Marcelino, todos.

388. ¿Y dónde está la mía? Está en el cielo.

389. ¿Y era guapa? Seguro, era muy guapa.

390. Manuel.

391. Manuel.

392. Manuel.

393. ¡Manuel!

394. Verás, verás, saca más deprisa.

395. Aquí tengo el tesoro, Manuel.

396. Esto me lo dio fray Malo, era de una medicina.

397. Y esto la pata de una gallina,

398. me la dio fray Papilla.

399. Y este cuerno es bien bueno.

400. Y esto me lo regaló el guardia civil.

401. Es lo que más vale.

402. - ¿Con quién habla Marcelino?

403. - ¿Y quién es Manuel?

404. Ahora vamos y lo llevamos allí.

405. Tú y yo lo vamos a construir. - ¿Con quién hablas, Marcelino?

406. Con Manuel. - Ah, con Manuel.

407. ¿Es tu amigo?

408. - ¿Y él habla también contigo?

409. - ¿Y juega contigo a la pelota?

410. A eso no, pero a otras muchas cosas sí.

411. "Has sido muy malo.

412. Todos los frailes están enfadados.

413. Yo también, y más aún si no me obedeces en una cosa.

414. Por la escalera no debes subir.

415. Por esta escalera no debes subir nunca.

416. Nunca.

417. ¿Has oído? Nunca".

418. ¡Marcelino!

419. Sabes que no debes subir por la escalera.

420. Arriba hay un hombre altísimo;

421. si te ve, te cogerá y te llevará para siempre.

422. Vete a jugar a otro lado.

423. - No conviene despertar el miedo en los niños, hermano.

424. También me parece que conviene que tenga miedo de algo.

425. Hay que apretarlas mucho

426. para que se puedan tirar.

427. ¡Cuidado! Vamos, prepara las armas, Manuel.

428. El enemigo se acerca. Apunta, apunta bien.

429. Ahora. ¡Fuego!

430. (RÍE) Dale, Manuel. Ya le he dado.

431. ¡Le he dado! (RÍE)

432. ¡Tiene miedo! ¡Esconde el rabo! ¡Corre! ¡Ahí va!

433. - ¿Y Marcelino?

434. - ¿Por qué está fuera si debe estar dentro?

435. ¿Qué puede ocurrirle fuera? - Más que dentro.

436. Si le decimos que esté dentro, no debe estar fuera.

437. No siempre estará entre nosotros. - Debe estar dentro,

438. porque fuera le pueden ocurrir cosas que no le ocurrirían dentro.

439. ¿Cree que Marcelino es una florecilla?

440. Es un niño como los demás. Tiene que correr, jugar.

441. - ¿Y si le pasa algo?

442. Con seis años debería asomarse al mundo.

443. Llévelo alguna vez al pueblo.

444. En una semana comienza la feria del día mayor.

445. - Sería cosa de probar. - Se cansará muchísimo.

446. Sí, sí, se cansará muchísimo.

447. Vamos, Manuel.

448. Sin prisa, Manuel.

449. - Marcelino, acércame el agua, hijo.

450. ¿Le duele mucho, fray Malo?

451. - Un poco.

452. Si le doy un beso donde le duele,

453. a lo mejor se le pasa. - Seguro, Marcelino, seguro.

454. A ver, dámelo.

455. Cierto, ya no me duele nada.

456. ¿Nada? - Nada, hijo.

457. Ahora vete a jugar.

458. - Condena chico, ¡sal de ahí ahora mismo!

459. ¿Está es la educación que te dan ahí arriba, demonio?

460. Esto lo arreglo yo enseguida.

461. Miren cómo me ha puesto esa sabandija.

462. Perdone, señor alcalde. Son cosas de niños.

463. - ¿Cosas de niños?

464. Serán cosas de ustedes, que permiten que sea un salvaje.

465. ¿Qué que le enseñan ustedes?

466. ¿De qué le han servido tantos frailes?

467. Procure calmarse y no hable tan alto.

468. No somos sordos. - Sí, será mejor que me calle.

469. Con ustedes, que no son ni siquiera hombres, mejor no hablar.

470. Los hábitos los defienden.

471. ¿Dónde está el padre superior?

472. Llámenlo y que venga a ver cómo ese cochino

473. trata al alcalde del pueblo.

474. ¡Ah!

475. ¡Ay, ay! ¡Ah!

476. - Estaba yo fuera, en vez de estar allí dentro.

477. Tiene fiebre.

478. Póngale agua fría y que esté tranquilo.

479. A ver si duerme.

480. "Por la escalera

481. no debes subir nunca".

482. Hay un hombre arriba.

483. Por la escalera no debes subir nunca.

484. Hay arriba un hombre que te llevará.

485. Te llevará para siempre.

486. ¡Te llevará para siempre!

487. ¡Te llevará para siempre!".

488. ¿Qué te pasa, Marcelino?

489. Duerme, hijo mío, duerme.

490. ¿Mucha fiebre? Está sudando.

491. Si su reverencia se queda un instante,

492. podré ir a por más agua para... Sí, vaya. Vaya, hermano.

493. ¿Todas las madres están en el cielo?

494. Claro.

495. Bueno, todas las madres van al cielo.

496. ¿Entonces es verdad lo que me ha dicho fray Papilla?

497. Seguro. ¿Qué te ha dicho? Que usted también tiene madre.

498. Sí, pero la mía ya está en el cielo.

499. ¿Y cómo se va al cielo?

500. Siendo muy bueno.

501. Y yo, ¿soy bueno?

502. Claro que sí.

503. Tú eres muy bueno.

504. Entonces, ¿puedo ir ya?

505. Eso depende, Marcelino, de la voluntad de Dios.

506. Está muy aliviado.

507. Fray Papilla. Hijo.

508. ¿Por dónde se va al cielo? Eh...

509. Ay, madre mía. Ay, Dios mío.

510. Cálmate, hijo, calma.

511. Cálmate.

512. Pobrecito. Duerme, hijo mío, duerme.

513. Cuidado, hermano, que no nos oigan.

514. Aquí ya no pueden vernos.

515. ¿Has visto? Era...

516. Era verdad lo que decían los frailes.

517. - ¡Hombre! Nunca te habíamos visto por aquí.

518. Soy Marcelino. - Es la primera vez

519. que viene conmigo. - Adiós, hombre, adiós.

520. - Mire ahí.

521. - Es Marcelino.

522. Eh, padre, ¿no irá usted a vender a Marcelino?

523. - Mira, Marcelino, tengo que entrar aquí un momento.

524. Debo confesar a un enfermo.

525. Tú espérame aquí sin moverte, ¿eh?

526. Hasta que yo salga.

527. - ¿Tú quién eres?

528. - ¿Me ayudas?

529. - Pues empuja.

530. ¡Ay!

531. ¡Ay!

532. ¡Ay! ¡Ven aquí, muchacho! ¡Ven aquí, ladrón, más que ladrón!

533. ¡Te voy a coger y te voy a dar un escarmiento! ¡Cogedlo!

534. - ¡Marcelino!

535. ¡Marcelino!

536. - Oh, vamos.

537. - Me gustaría ver ahora quién de vosotros me niega su firma,

538. como hace años.

539. ¿Y dónde dejamos el daño para nuestro pueblo,

540. para nuestras ferias, famosas en toda la comarca?

541. Todos sabrán ahora que en este pueblo hay poca seguridad.

542. - ¿Y si los frailes pagan los daños? - Bah, los pago yo, si hace falta.

543. ¿De dónde sacarán dinero esos mendigos?

544. Lo importante es lo otro,

545. el robo, el escándalo, los heridos.

546. - Hay que pensarlo, Pascual.

547. - Pensároslo.

548. Aquí me tendréis a las 17:00 esta tarde.

549. Esteban.

550. Oye...

551. Es muy posible que necesite los 400 reales que tú me debes.

552. - Hombre, ahora...

553. - ¿Quieres decir que ahora no puedes pagar?

554. Pero enfrentarte contra mi voluntad,

555. eso sí que puedes.

556. Han firmado los cobardes.

557. Ahora.

558. Eso sí, como soy hombre justo,

559. les he dado un mes para que se larguen del pueblo.

560. ¿Qué? Lo que yo hago no te gusta.

561. Ya lo sé. Nunca te gusta lo que hago.

562. Pero el pan que te comes, sí, ¿eh?

563. - Las órdenes son órdenes, padre, pero esta es una que...

564. Créame, no me gustaría tener que cumplirla yo.

565. No te preocupes, que cuando llegue el día señalado,

566. nadie tendrá que sacar a los frailes de aquí,

567. porque ellos se habrán ido.

568. Pero ese mismo día, antes no.

569. - Si nosotros pudiéramos hacer algo...

570. De nadie podemos esperar, si no de uno,

571. que cambie el corazón de los hombres,

572. por muy alcalde que sea.

573. - Del chico no se preocupe. Ya hablé con mi mujer

574. y nos lo quedamos nosotros.

575. Y le garantizo que será un guardia civil como un castillo.

576. Ve con Dios.

577. Aún hay algún tiempo.

578. Todo se andará.

579. ¿Lo ayudo?

580. - No.

581. Si vemos que se mueve, salimos corriendo.

582. Ten cuidado, Manuel.

583. Cogeremos un palo.

584. Avísame, avísame si viene alguien.

585. No se mueve.

586. Tienes cara de hambre.

587. Espera, que ahora vengo.

588. ¡Fray Papilla, fray Papilla, salga, que aquí hay un alacrán!

589. ¡Marcelino!

590. ¡Marcelino!

591. Es pan solo, ¿sabes? No he podido encontrar más por la prisa.

592. Huy.

593. Me tengo que ir porque he engañado a fray Papilla.

594. Pero mañana te traeré más.

595. Tenía hambre, Manuel.

596. - ¿Para qué afanarnos tanto, si ya no lo vamos a disfrutar?

597. Nosotros no, pero alguien lo disfrutará, hermano.

598. Solo el Señor puede interrumpir nuestras faenas.

599. Nosotros nunca.

600. - Marcelino.

601. Marcelino.

602. Hoy te traigo pan y vino.

603. No sé si te gustará,

604. pero los frailes dicen que da calor.

605. ¿No podrías bajar tú y... y comértelo aquí?

606. - ¿No te doy miedo?

607. No. - ¿Sabes entonces quién soy?

608. Sí, eres Dios.

609. - Eres un buen niño y yo te doy las gracias.

610. Pues los frailes dicen que soy malo.

611. - ¿Y qué dice Manuel?

612. Pero ¿tú lo sabes?

613. - ¿Está contento?

614. Hablamos de ti.

615. - Tú te llamarás desde hoy Marcelino Pan y Vino.

616. ¿Marcelino Pan y Vino?

617. Me gusta.

618. ¿Te...? ¿Te dolía?

619. - Mucho.

620. Oremos.

621. Amén.

622. - "Florecillas", del glorioso padre San Francisco de Asís

623. y sus frailes.

624. Capítulo séptimo.

625. "Enseña San Francisco cómo en la paciencia está la perfecta alegría.

626. Yendo una vez San Francisco...".

627. "Yendo una vez San Francisco

628. desde Perugia a Santa María de los Ángeles con fray León

629. en tiempo de invierno, con un frío riguroso que los molestaba mucho,

630. llamó a fray León, que iba un poco adelante, y le dijo:

631. 'Fray León, aunque los frailes Menores diesen en toda la Tierra

632. grande ejemplo de santidad y mucha implicación,

633. escribe y advierte claramente

634. que no está en eso la perfecta alegría'.

635. Y andando un poco más,

636. lo llamó San Francisco por segunda vez

637. y le dijo: 'Oh, fray León,

638. aunque el fraile Menor dé vista a los ciegos,

639. sane a los tullidos y ahuyente a los demonios

640. y haga oír los sordos, andar a los cojos, hablar a los mudos,

641. y lo que es más, resucite al muerto de cuatro días,

642. escribe que no está en eso la perfecta alegría'".

643. Yo me llamo Marcelino Pan y Vino. Niño...

644. - Cállate, Marcelino.

645. - "Otro poco más adelante, San Francisco levantó la voz y dijo:

646. 'Oh, fray León, si el fraile Menor supiese todas las lenguas

647. y todas las ciencias y todas las escrituras,

648. de modo que supiese profetizar...'".

649. No tengas miedo, Manuel.

650. He venido por si tenías miedo.

651. - Y tú, Marcelino, ¿tienes miedo?

652. Yo sí. - Acércate a mí.

653. - Ahora vendrá el trueno.

654. Ahora ya no importa.

655. Marcelino.

656. ¿Para qué quieres esa manta? Tengo frío.

657. ¿No tienes ya una, como todos? Sí, pero tengo frío.

658. Su sopita, padre.

659. Es mejor caliente.

660. - Es mejor caliente.

661. Marcelino.

662. ¡Marcelino!

663. ¡Marcelino!

664. Marcelino.

665. ¿Qué has hecho con la manta?

666. Vamos, dime qué has hecho con ella. No sé.

667. Mira, Marcelino.

668. Fray Papilla te quiere mucho,

669. pero si se enfada fray Papilla será una cosa terrible.

670. Somos buenos amigos y tú serás formal conmigo.

671. Esta noche quiero ver la otra manta.

672. De lo contrario, tendré que hablarle al padre superior.

673. Hola. - Ahí está la manta, Marcelino.

674. Ya no tengo frío.

675. Entonces me la llevaré.

676. Aquí está la manta. Ya no tengo frío.

677. - ¡Marcelino! ¡Marcelino!

678. ¡Marcelino! Mira. Mira qué sapo tan hermoso te he encontrado.

679. Yo no lo quiero. - ¿Cómo?

680. Hoy no.

681. - "Oyendo esto los ladrones, se incomodaron mucho

682. y marcharon con gran despecho.

683. Poco después, volvía de fuera San Francisco

684. con la alforja del pan y vino que habían mendigado,

685. y contándole el guardián cómo habían echado a los ladrones,

686. San Francisco lo reprendió mucho

687. diciéndole que se había comportado cruelmente,

688. que los ladrones y los otros pecadores

689. mejor se ganan para Dios con dulzura que crueles reprensiones,

690. y que por eso Dios, nuestro maestro,

691. cuyo evangelio hemos prometido guardar,

692. dice que no necesitan de médico los sanos, sino los enfermos,

693. y que no vino a llamar a los justos, sino a los pecadores a penitencia.

694. Por eso, muchas veces comía con ellos".

695. Está muy solo. Le haría falta un amigo.

696. ¿Amigo? Ya tengo uno bien bueno.

697. - Sí. ¿Sabe, su paternidad? Es un... Vamos, Manuel.

698. Es un niño como él, solo que... Vamos, cosas de niños.

699. Usted, hermano, es el que más trato tiene con él.

700. A usted no pueden escapársele los detalles

701. del nuevo modo de ser del niño.

702. Toda la comunidad está preocupada con Marcelino

703. y hemos de aclarar cuanto antes este asunto.

704. El niño es un ángel, padre. Sí,

705. pero este cambio es muy importante

706. y pudiera ser hora de separarnos de él.

707. ¿Separarnos de él? Sí, hermano.

708. Puede estar enfermo sin que lo sepamos ninguno.

709. ¿Enfermo? Pero si está como un roble.

710. No, hermano, quiero decir enfermo de soledad, de nostalgia,

711. de falta de niños de su edad.

712. Vamos, usted sabe de él mucho más que todos nosotros.

713. Si no nos ayuda, hermano, nada podremos hacer.

714. Sí, padre.

715. Hace tiempo que... Siéntese, fray Tomás, siéntese.

716. Me trae loco.

717. Hace muchísimos días que...

718. que me faltan cosas de la cocina, pan, carne, pescado...

719. El vino de la troja ha bajado notablemente.

720. ¿El vino? Sí, padre, también el vino.

721. Dos o tres botellas vacías, y es el niño, sin duda.

722. Eso es peligrosísimo, fray Tomás. No sé qué hace con ello,

723. porque él come bien.

724. He decidido hace unos días ponerlo todo fuera de su alcance.

725. Mal hecho. Debí decírselo antes, padre.

726. Perdóneme. No, no, eso ya no tiene remedio.

727. Digo que me parece mal que ponga fuera de su alcance las cosas.

728. Vuelva a dejarlas de modo que pueda cogerlas sin esfuerzo

729. y entonces sígalo.

730. Es menester que sepamos qué hace con ellas.

731. 8, 9, 10, 11, 12...

732. y Marcelino.

733. Estás muy callado.

734. ¿Qué piensas, Marcelino?

735. Que dónde estará tu madre ahora.

736. - Con la tuya.

737. ¿Y cómo son? ¿Qué hacen las madres?

738. - Dar, Marcelino, siempre dar.

739. ¿Y qué dan? - Dan todo.

740. Se dan a sí mismas.

741. Dan a los hijos sus vidas y la luz de sus ojos

742. hasta quedarse viejas y arrugadas.

743. ¿Y feas?

744. - Feas no, Marcelino.

745. Las madres nunca son feas.

746. Me tengo que ir, nos llaman.

747. ¿Y tú quieres mucho a tu madre? - Con todo mi corazón.

748. Y yo a la mía más.

749. No se puede dejar engañar así por un niño tan pequeño.

750. Debe esperar a que coja los alimentos

751. y sorprenderlo haciéndolo. ¿Y le digo algo?

752. No, eso no.

753. Me dice usted a mí lo que ocurra y yo proveeré.

754. - Bien, Marcelino.

755. Has sido un buen muchacho

756. y yo estoy deseando darte como premio

757. lo que tú más quieras.

758. Dime.

759. ¿Quieres ser fraile como fray Bernardo,

760. como fray Papilla y el padre superior?

761. ¿Quieres mejor que venga contigo Manuel?

762. Solo quiero ver a mi madre.

763. Y también a la tuya después.

764. - ¿Y quieres verlas ahora?

765. Sí, sí, ahora.

766. - Tendrás que dormir.

767. Pero no tengo sueño.

768. - Ven.

769. Yo te lo daré.

770. Bueno.

771. - Duerme pues, Marcelino.

772. ¡Hermanos!

773. Suban, suban todos.

774. Marcelino.

775. El niño.

776. Dios mío.

777. Y el pueblo entero y toda la comarca

778. subió al convento al conocer el milagro.

779. Desde entonces, cada año, con su alcalde a la cabeza,

780. el pueblo acude en ese día para festejar el milagro

781. de Marcelino Pan y Vino.

782. Vengo de hablarles de ti, Señor mío.

783. Y también de ti, Marcelino.